Columna del día 02/02/2021 en El Mercurio de nuestros asesores Alexander Galetovic y Juan Ricardo Inostroza, con quienes, en conjunto con Consejo Minero De Chile AG, presentamos una propuesta al Ministerio de Energía en el marco de la modificación del Reglamento de Potencia de Suficiencia.
Fuente: Diario El Mercurio, 02.02.21
‘…Las experiencias internacionales exitosas sugieren que el camino a seguir es mejorar las reglas de despacho, aquellas que determinan qué centrales eléctricas deben generar para servir la demanda en cada momento…’.
Impulsados por precios cada vez más bajos, el sol y el viento están sustituyendo aceleradamente a la generación tradicional con agua, gas y carbón. A diferencia de la tímida expansión de hace una década en Europa, basada en subsidios cruzados y preferencias, desde 2015 en adelante las inversiones en sol y viento son competitivas, porque permiten producir energía más barata que las fuentes alternativas. Por eso, las metas de 10% al 2020 y luego 20% al 2025 que establecieron sendas leyes chilenas en 2008 y 2013, se han sobrepasado con holgura.
La acelerada expansión del sol y el viento, sin embargo, no ha ido acompañada por perfeccionamientos del mercado eléctrico, necesarios para que su intermitencia se absorba con soltura y eficiencia. Todas las tardes el sol desaparece: en invierno un poco más temprano y rápido; en verano un poco más tarde y lento. Entonces es necesario que centrales térmicas, de embalse o, en el futuro, las baterías, aumenten progresiva pero rápidamente su generación para reemplazar al sol que se va, lo que se conoce como ‘dar rampa’.
Adicionalmente, tanto la generación solar como la eólica varían fuertemente en cuestión de minutos, sea porque pasa una nube, sea porque el viento deja de soplar. Cada vez que eso pasa, debe haber reservas disponibles para que en cuestión de segundos y minutos compensen la generación que no se materializó.
Las experiencias internacionales exitosas sugieren que el camino a seguir es mejorar las reglas de despacho de centrales eléctricas (las reglas que determinan qué centrales deben generar para servir la demanda en cada momento), dejando que emerjan precios que remuneren a quienes aportan rampa y reservas que compensan las intermitencias del sol y del viento. En este caso, son los propios generadores quienes deciden si una central es flexible o inflexible.
En efecto, el mecanismo idóneo para incorporar más y más energía renovable es aumentar la granularidad del sistema de precios spot para que, a lo más cada cinco minutos, refleje el valor que tiene un kWh más. Hoy día los precios de la energía se mantienen por toda una hora, y por eso son incapaces de remunerar a quienes dan rampa en cuestión de minutos y compensan las variaciones inesperadas de la generación con sol y viento en cuestión de segundos.
Adicionalmente, en la actualidad los generadores no asumen compromisos vinculantes; vale decir, si uno anuncia que va a generar 100 y pasa que su generación es solo 60, no incurre en costo alguno. Por eso, todo el sistema debe hacerse cargo de los 40, obligando a muchas centrales térmicas a operar por debajo de su capacidad todo el tiempo para así estar disponibles rápidamente. La solución es introducir un mercado ‘del día antes’ (day ahead), en que todos los generadores anuncian 24 horas antes su disponibilidad de energía y reservas.