El escenario competitivo eléctrico ha cambiado muchísimo en los últimos años, aumentando significativamente la cantidad de generadores en el mercado. Sin embargo, los precios promedio de contratos libres, publicados por la CNE, se han mantenido en el mismo nivel durante los últimos años. ¿Qué está pasando que, pese a la mayor oferta renovable de menor costo de generación, no está implicando precios de suministro final más económicos?
Santiago, 21 de marzo de 2022
* Columna de Opinión escrita por el director ejecutivo de ACENOR, Javier Bustos.
En el sector energético, en los últimos años, hemos puesto un gran énfasis en las necesidades de infraestructura para la transición energética. Sin dejar de lado la importancia de esta transformación, no debemos olvidar que el centro del desarrollo del sector debe estar enfocado en el usuario de energía. La energía eléctrica no es transportada o producida como un fin en sí mismo, sino para ser consumida en hogares, industrias y comercios del país. Para que los beneficios de la transición energética lleguen a todos es requisito indispensable el funcionamiento competitivo y eficiente de los mercados eléctricos.
Un estudio de la Fiscalía Nacional Económica de 2014 indicaba cómo la estrechez de oferta y la concentración en el segmento de generación, configuraban un escenario de competencia oligopólica con precios de suministro poco competitivos. Al analizar el caso de los clientes libres en comparación con las licitaciones para clientes regulados, el estudio encontraba evidencia de que la competencia en el mercado de contratos era más débil, particularmente para clientes libres pequeños, haciendo un llamado a las autoridades sectoriales a mejorar el funcionamiento del mercado.
El escenario competitivo eléctrico ha cambiado muchísimo en los últimos años, aumentando significativamente la cantidad de generadores en el mercado. Sin embargo, los precios promedio de contratos libres, publicados por la CNE, se han mantenido en el mismo nivel durante los últimos años. ¿Qué está pasando que, pese a la mayor oferta renovable de menor costo de generación, no está implicando precios de suministro final más económicos?
Gran parte de la explicación pasa por el notable aumento de distintos cargos que se traspasan al cliente final. Algunos cargos son regulados, como el pago de transmisión y los presupuestos del Coordinador y del Panel de Expertos. Pero otros son traspasados por los generadores a sus clientes mediante mecanismos contractuales cuando corresponden a cargos que se pagan a prorrata de los retiros de energía. En esta categoría entran servicios complementarios, mínimos técnicos, precios estabilizados e incluso compensaciones asociadas a impuestos verdes. Evidentemente no es eficiente que todos estos cargos sean traspasados sin más al cliente, quien no tiene ninguna capacidad de gestión sobre éstos; siendo el generador quien puede tomar decisiones técnico-económicas que minimicen estos costos.
Es hora de poner en el centro al cliente final, enfocándose en cómo hacer más competitivo el costo de suministro. Partamos por transparentar todos los cargos que pagan los clientes y cómo son calculados. Así los clientes podrán comparar ofertas que van más allá del precio de la energía, e incentivamos la competencia en el mercado de generación.