Las instituciones que necesitamos para la transición energética

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El medio económico BNAmericas publicó una columna de opinión escrita por el director ejecutivo de ACENOR, Javier Bustos, la que toma como marco conceptual lo expuesto por los ganadores del premio Nobel de economía, señalando que debemos cuidarnos del poder que pueden ejercer algunos actores para extraer rentas a partir de regulaciones que no fueron pensadas para ello. 

Santiago, 23 de octubre de 2024

Fuente: BNAmericas

El Nobel de economía este año nos ha recordado la importancia de las instituciones para el desarrollo económico. Acemoglu, Robinson y Johnson (ARJ), siguiendo la tradición de la economía institucionalista, indican que las sociedades funcionan bajo un conjunto de reglas políticas y económicas, a veces implícitas, que dan forma a los incentivos que tienen las personas, las organizaciones y los gobiernos para actuar de una u otra forma. Podemos tener instituciones inclusivas, que promuevan el crecimiento para todos o instituciones extractivas, que fomentan la extracción de rentas en beneficio de un grupo pequeño de actores.

Tomando este marco conceptual, en el sector energético, ¿tenemos las instituciones que necesitamos para la transición energética que estamos viviendo? Por una parte parece que sí, ya que el marco normativo vigente ha permitido la atracción de inversión en energías renovables, la ampliación a nuevos servicios, tecnologías y la entrada de nuevos competidores.  Por otro lado, en los últimos años, hemos visto que el sector no ha podido escapar de la lógica de medidas de corto plazo que se traducen en costos de largo plazo, como el congelamiento de precios a clientes regulados.

Debemos cuidarnos del poder que pueden ejercer algunos actores para extraer rentas a partir de regulaciones que no fueron pensadas para ello. O, por ejemplo, cuando se reduce el riesgo que enfrentan unos pocos agentes en desmedro de otros más atomizados, como lo son los clientes finales.

ARJ nos dicen que las sociedades que facilitan la participación de sus miembros en actividades que ofrezcan el mejor uso de sus talentos y habilidades son más exitosas. En nuestro país aún se sigue considerando al cliente eléctrico como un consumidor pasivo que no ejerce mayor rol que consumir y pagar su cuenta, cuando empoderar al cliente para que sea gestor de su propio progreso va a ser clave en la transición energética.

Poner el foco en la institucionalidad del sector no es una pérdida de tiempo, porque es posible que no se alcancen objetivos de la transición energética, no por no plantearlos, o establecer acciones y hojas de ruta para su consecución, sino porque la institucionalidad y gobernanza existentes no estén dando el marco apropiado de incentivos para que ello ocurra.

Autor: Javier Bustos, director ejecutivo de la Asociación de Clientes Eléctricos (ACENOR A.G.), Ph.D. en Economía de Georgetown University.