Los usuarios finales con una potencia conectada superior a los 500 kW tienen la posibilidad de acceder a un mercado de suministro con tarifas más bajas que las del sistema regulado, además de poder escoger, eventualmente, la fuente de generación de energía, entre otras ventajas.
Fuente: El Mercurio – Ediciones Especiales, 25.06.21
En marzo de 2021 la Asociación Gremial de Clientes Eléctricos No Regulados (Acenor A.G.) cumplió 25 años de trayectoria, siendo la asociación que representa los intereses de los clientes libres del sector energético, por medio de la participación permanente en la discusión técnica, normativa y regulatoria energética.
La Ley General de Servicios Eléctricos establece que las tarifas de este sector deben representar los costos reales de generación, transmisión y de distribución, asociados a una operación eficiente. Asimismo, uno de sus criterios generales es la libertad de precios en los segmentos donde se dan condiciones de competencia.
Des esta manera, se dispone que los usuarios finales, cuya potencia conectada es inferior o igual a 5.000 kW, deben regirse por un sistema de regulación de precios, mientras que los que tienen una potencia conectada superior a 5.000 kW, considerando que cuentan con una mayor capacidad de negociación para obtener suministro, pueden acceder a un sistema con libertad de precios. Es así como, en este ámbito, se habla de clientes regulados y clientes libres.
Pero los clientes libres no son solo los que tienen una potencia conectada superior a los 5.000 kW. Aquellos que se encuentran entre los 500 kW y los 5.000 kW también pueden acogerse a este régimen, al menos, por cuatro años. Este sistema, además, es válido cuando se trata de un servicio de suministro por menos de doce meses o de un suministro especial.
Importantes Beneficios
Javier Bustos, director ejecutivo de la Asociación de Clientes Eléctricos no Regulados (Acenor) única entidad gremial del país que representa los intereses de los clientes libres en el ámbito de la energía, señala que, en la actualidad, existen cerca de 2 mil clientes libres en el país, los que representan más del 60% de la demanda eléctrica nacional.
Cuenta que, en general, los clientes de más de 5.000 kW de potencia son industrias, como mineras o de transporte, y algunos centros comerciales, y que, entre 500 kW y 5.000 kW, se pueden encontrar pequeñas industrias, clínicas, universidades, colegios y comunidades de edificios, entre otros.
“Proporcionalmente, el 60% de estos clientes libres tiene contratos con empresas generadoras y comercializadoras, mientras que el 40% los mantiene con compañías distribuidoras. Por el momento, solo algunos autogeneran parte relevante de la energía que consumen, pero este fenómeno ha ido en aumento, sobre todo en los horarios de control de punta del sistema”, aclara.
A juicio de Bustos, el principal beneficio de ser un cliente libre radica en la posibilidad de acceder a un mercado de suministro que tiene precios más económicos que las tarifas reguladas vigentes, además de la opción de escoger con algunos suministradores la fuente de generación, así como condiciones particulares de suministro.
De todas maneras, el director ejecutivo de Acenor recuerda que los clientes libres pueden negociar en forma privada el precio de la energía que consumen, pero no así otros cargos, como la potencia, transmisión y los servicios complementarios, entre otros, que siguen siendo regulados y se incorporan al contrato de suministro.
“Es esperable que, en el futuro, la normativa permita que más cantidad de clientes que hoy son regulados puedan optar a ser clientes libres. Actualmente, hay un proyecto de ley en discusión legislativa al respecto, y, en general, es lo que se observa en la experiencia internacional. Por ello, es cada vez más importante que el cliente libre pueda conocer lo que está pagando y las condiciones de suministro se den en un mercado competitivo y transparente”. Y agrega: “Como Acenor, participamos activamente en la revisión de los cambios regulatorios, monitoreamos la operación eficiente del sistema y los cargos a los clientes. Además, entre nuestros objetivos, se encuentra el ser un aporte en el avance hacia una matriz de generación más limpia y sostenible, manteniendo la competitividad de los clientes libres. Para ello apoyamos el buen funcionamiento del mercado eléctrico, promoviendo la competencia y el uso eficiente de la energía, e interviniendo en el diagnóstico y aplicación de mejoras en cuanto a la calidad y seguridad de servicio”, concluye su director ejecutivo.
¿Desde cuándo existen los Clientes Libres?
Javier Bustos, director ejecutivo de la Asociación de Clientes Eléctricos no Regulados (Acenor), explica que la definición de cliente libre se encuentra presente en la Ley General de Servicios Eléctricos desde el año 1982, y que ha sufrido algunas modificaciones con el paso del tiempo. Por ejemplo, en el año 1982, los clientes libres debían tener una potencia conectada mayor a 2.000 kW. En el año 2005, se permitió a los clientes, en redes de distribución entre 500 kW y 2.000 kW, escoger entre ser libre o regulado, y luego, en el 2015 se amplió el rango de elección hasta los 5.000 kW que existen hoy en día.