Desde el gremio que reúne a estas empresas, ACENOR, plantean medidas para alivianar la carga, que, advierten, también se traspasa a clientes finales.
Santiago, 5 de agosto de 2024
Fuente: El Mercurio
Los costos de la energía para clientes industriales vienen al alza desde hace varios años, producto de cargos que se han sumado a este segmento, en el que se encendieron las alertas luego de que uno de los ejes del Gobierno para aumentar la cobertura de los subsidios, contemplaba elevar el pago que realiza este segmento, lo que pasó a un segundo plano.
La Asociación de Clientes Eléctricos No Regulados (Acenor) publicó un reporte que permite evaluar cómo se encuentran los precios del suministro eléctrico para los sectores productivos del país, además de hacer un seguimiento a todos los costos del sistema eléctrico y su relación con los precios que pagan los clientes finales en sus cuentas mensuales.
En ese sentido, se comparó con países como Perú, Francia, España y Alemania, naciones que cuentan con información pública de cuánto es realmente el precio para consumidores que son electrointensivos.
Así, los resultados pesquisados detectaron que el costo total de suministro de electricidad en Chile, dentro de lo que se considera la energía, potencia y cargos sistémicos, pero sin considerar el pago de redes de transmisión y distribución, pasó de US$ 63 por MWh en 2020 a un máximo de US$ 183 por MWh en julio de 2022. Mientras que el promedio en 2023 fue de US$ 121, por lo que se trata de niveles 70% más altos que en Perú, 13% más que en Francia, 8% más que en Alemania y 5% más que en España.
No obstante, para los países europeos existe la posibilidad de obtener descuentos por gestión de demanda y compensaciones previstas en la normativa europea para CO2, que reducen las tarifas a clientes electrointensivos, por lo que los precios finales en esos lugares podrían ser aún más bajos.
Impacto
El director ejecutivo de ACENOR, Javier Bustos, recuerda que el 60% del consumo eléctrico corresponde a clientes no regulados, y que estas cifras permiten comparar lo que les cuesta la electricidad a los sectores productivos en Chile, versus los sectores productivos en otros países.
‘Naturalmente esto tiene un impacto, porque si no somos competitivos a nivel eléctrico, eso nos da una desventaja a la hora de competir con Perú o incluso nuestros productos insertarlos en mercados como el europeo. Y ese es el punto que nosotros un poco también queríamos hacer ver y ver también qué tan lejos estábamos’, dice Bustos.
Junto con esto, el líder gremial plantea que mientras sube el costo de la electricidad a los sectores productivos, se traslada en precios y productos en la industria nacional que compran los consumidores chilenos y que son más caros, por lo que contar con ese nivel de precios repercute no solamente en la competitividad internacional, sino también en impacto a nivel de economía local.
Subsidio
El segmento de clientes no regulados ha sido uno de los que ha tenido que costear gran parte del subsidio que existe para los clientes residenciales. Según cifras de Acenor, aportan US$ 100 millones en cargo adicional para el subsidio y otros US$ 60 millones para pagar la deuda de los clientes regulados con las generadoras.
‘En 10 años vamos a estar pagando del orden de US$ 1.800 millones, porque más o menos eso va a ser lo que les va a costar a los clientes libres toda esta estabilización de precios. Después de todo eso, agregar un nuevo cargo o que esto siga subiendo, se hace insostenible’, advierte, y destaca que hasta el momento, dentro de las propuestas que presentó el Ejecutivo en la mesa técnica, no se encuentra el cargo extra para los grandes consumos, ‘esperamos que así se mantenga en el ingreso del proyecto de ley y en la tramitación’, sentencia.
Con todo, desde el gremio proponen una serie de medidas para reducir los costos del sistema, como, por ejemplo, que todas las centrales de generación que se conecten al sistema eléctrico deban habilitarse para proveer servicios de control de frecuencia, de manera de aumentar la oferta competitiva por estos servicios y reducir los pagos sistémicos.
‘Otro de los temas es que creemos que es importante cómo se asigna el costo de la transmisión. Hoy en día la pagan 100% los clientes finales, y vamos a tener que construir mucha más transmisión. Por lo tanto, hay que volver a poner que una parte del costo de la transmisión la pague la generación, y de esa manera, no solamente aliviar a los clientes, sino para que el costo de la transmisión no siga creciendo’, plantea Bustos.
Desde el gremio apuntan también a compartir el cargo por servicio público que financia, entre otros, los presupuestos del Coordinador Eléctrico Nacional, con las empresas de generación, transmisión, distribución y no solo por los clientes.
[Puede descargar el Barómetro de Precios y Costos del Sistema Eléctrico en Chile aquí]